Continuamos siendo depositarios de las experiencias tanto de padres de familia, como de los hijos que continúan estudiando con cierto tipo de problemas, que nos han permitido comprender por qué en determinado momento un estudiante comienza a tener fracaso tras fracaso en el colegio.
El fracaso escolar es una situación bien conocida, porque es común, pero nada comprendida porque parece que depende de una infinidad de factores que en apariencia no se pueden controlar en su totalidad, inicialmente el estudiante afectado será objeto de análisis superficiales, sean los que sean serán superficiales porque estarán siempre basados en suposiciones, independientemente que el estudiante afectado en la mayoría de las ocasiones tampoco sabe lo que le está pasando.
Contamos con una gran cantidad de testimonios, donde cada estudiante en esta situación, manifiesta sinceramente haber estado esperando la ayuda y la colaboración que necesitaba, sin embargo inicialmente no sabía como solicitarla y cuando esta llegó por la causa que sea, no era la que necesitaban. Concretando, las autoridades escolares y profesores los etiquetan de alumnos atrasados o con bajo aprovechamiento, sus padres en el mejor de los casos los consideran perezosos o bobos, profesionales de la salud mental les hablan de causas que poco comprenden sin proporcionarles ninguna solución, en fin después de todo esto el pobre estudiante en vez de mejorar, empeora aun más.
El mismo método que nos permite colaborar con las personas para que puedan deshacerse de la terrible sensación de ansiedad, nos permite también prevenir esta situación en quienes todavía no están afectados por este insufrible mal. Hemos realizado diversas conferencias y talleres en colegios informando a los estudiantes porque llegan a sentirse exageradamente ansiosos y como lo pueden resolver de la mejor manera, lo mejor es que la misma información la pueden utilizar aquellos estudiantes sanos para prevenir llegar a ese estado de intranquilidad y angustia que no les permite adaptarse sanamente al medio. Actualmente podemos comprobar fehacientemente que somos lo únicos en todo el mundo que podemos lograr que los niños, adolescentes y adultos jóvenes puedan cambiar sus características negativas de personalidad en poco tiempo y a poco costo.
Si usted conoce a un estudiante con este tipo de problema, decídase a ayudarlo, informe a sus padres o a él mismo de esta maravillosa solución que solamente existe por ahora en Itagüí, Antioquia, Colombia.
Con una actitud 100% profesional, interesados más en colaborar para que este tipo de personas logren percibir la diferencia que existe entre vivir con ansiedad y sin ella, hemos escuchado los historiales de vida de cientos de personas que por sus propias circunstancias decidieron en algún momento, así como lo planteamos, delinquir con motivos o sin ellos .
Todos manifestaron que desde su más temprana infancia recuerdan haber recibido una educación enfocada a satisfacer todas aquellas necesidades que sólo les permitieran sentirse bien, además increíblemente influenciados con el hábito de resolver sus más diversas situaciones, agradables o desagradables generalmente con base a actitudes negativas. Esta combinación de comportamientos inadecuados le darán vida a la raíz de un estilo de vida abusivo, violento en la mayoría de las ocasiones y totalmente irracional, la delincuencia.
Conforme van creciendo, las necesidades reales y deseos se van haciendo más complicados y exigentes, llegando el momento en que padres y familiares ya no los podrán satisfacer casi inmediatamente como cuando el pequeño hijo solicitaba cualquier cosa propia de su edad. No es lo mismo comprarle cualquier caramelo a comprarle una bicicleta, una consola de videojuegos o un computador.
En ocasiones los padres intentaron convencerlos que ahorraran o que realizaran actividades que les permitiera cobrar para ir juntando el dinero suficiente para adquirir aquello que querían, pero en el momento en que se percataron que cualquier cosa que hicieran no era de su gusto, es más, cuando percibieron que lo que estaban haciendo no era satisfactorio, se negaban a continuar y si habían acumulado algo de dinero, de inmediato se lo gastaban para poder lograr sentirse bien aunque fuera un momento a costa de quedarse sin aquello por lo que estaban ahorrando.
Siempre que una persona se acostumbra desde muy pequeño a que le satisfagan hasta sus más mínimas exigencias, desarrollará una personalidad que tarde o temprano será exageradamente egoísta. Todo deberá ser como quiera, cuando lo desee, como lo exija y si no lo obtiene “a la buena”, generalmente intentará obtenerlo “a la mala”. Es importante destacar que en algunos casos las razones de pobreza como el motivo principal para comportarse como delincuente no se presentan, ya que aun cuando una persona en la adolescencia, por ejemplo, tienen padres que cuentan con una excelente posición económica, se decidirá por comportarse como delincuente sólo para cumplir con las exigencias de su exacerbado egoísmo.
Tarde o temprano se presentará en la vida de este tipo de personas la desagradable sensación de ansiedad producto primero de emociones mal encausadas, acumulándose con la ansiedad producto de querer cumplir casi inmediatamente con sus más profundos deseos racionales e irracionales, incrementándose con la ansiedad producto de la frustración por desarrollar una mentalidad que comienza a vivir a través de ideas y pensamientos con resultados anticipantes o “pajazos mentales”, así que es tal la intensidad de la ansiedad, que el individuo se confundirá y creerá que se siente tan mal porque no tiene eso que cree que necesita. Lo peor del asunto es que cuando logre obtener el objeto de sus deseos, su confusión aumentará porque la ansiedad que siente sólo cesó en el momento en que obtuvo lo que quería para presentarse de nuevo inmediatamente después.
También en algunos casos, la ansiedad aumentará porque estas personas adquirieron con el tiempo diversas conductas compulsivas para sedar temporalmente su insoportable sensación de ansiedad, sin saber que este tipo de comportamiento cuando termina ocasiona un incremento de la ansiedad y creará un terrible círculo vicioso de deseos egoístas, ansiedad, conductas compulsivas, ansiedad, delincuencia ,ansiedad, conductas compulsivas, ansiedad, deseos egoístas.
La confusión emocional se convierte entonces en un motivo para delinquir creyendo que la ansiedad que sienten es porque deben satisfacer sus deseos personales, cuando sus conductas compulsivas comienzan a perder el efecto sedativo en su ansiedad. Es obvio que en este momento el individuo es incapaz de pensar en ponerse a trabajar o solicitar de manera correcta el objeto de sus deseos, porque por un lado su egoísmo exagerado se lo impide y por otro lado la idea de hacer algo productivo le parece imposible por lo mal que lo hace sentir.
Al escuchar este tipo de historiales, en todos los casos aparece la sensación de ansiedad como la causa básica para que estas personas se llenaran de motivos para justificar sus conductas delictivas.
Al menos las personas con esta personalidad que se mantuvieron en contacto con nosotros capacitándose en el Centro de Formación Emocional, prefirieron honestamente dedicarse a aprender como mantenerse relajados y serenos, manifestando que abandonaron su actividad ilícita, incluso alejándose de aquellas otras personas con las que participaban de estos irracionales comportamientos.
Seguiremos afirmando que la ansiedad es la causa de todos los males personales y sociales que hemos padecido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Ya contamos con una simple solución práctica con resultados inmediatos y de bajo costo. Ahora sólo nos toca conseguir la colaboración necesaria para que por un lado se le proporcione la educación necesaria a los jóvenes acerca de su real mecánica emocional y por otro lado se les colabore a la personas que viven con una amplia gama de conductas compulsivas, entre ellas la delincuencia, para que puedan recuperar su natural estado de serenidad® y ya relajados y serenos se les pueda capacitar para que se reinserten a la sociedad y vivan existencias normales, respetuosas y comprometidas. Ojalá que pronto recibamos esta colaboración.
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El apego, concepto que debemos a la etología, se define como una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos personas, por medio de su interacción recíproca, y cuyo objetivo más inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. No se trata de un sentimiento inmaterial, sino de conductas observables que comienzan de manera refleja. John Bowlby (1907-1990 fue el primer psicólogo en desarrollar una “Teoría del apego”.
La etología es la ciencia que tiene por objeto de estudio el comportamiento animal. Los seres humanos, también animales, forman parte del campo de estudio de la etología. Esta especialización se conoce con el nombre de etología humana.
Los objetivos de los etólogos son el estudio de la conducta, del instinto y el descubrimiento de las pautas que guían la actividad innata o aprendida de las diferentes especies animales. Así, los etólogos han estudiado en los animales aspectos tales como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento, la vida social, la impronta y muchos, muchos otros. En estado salvaje, los animales se manejan con ciertos códigos impuestos por la propia lucha por la supervivencia, por ser el más apto para dirigir una manada o ganarse el derecho a comer o a copular primero.
En todos los casos pudimos establecer las siguientes similitudes:
• Desde muy pequeños se sintieron intranquilos y sin saberlo hasta ahora, padecieron desagradables consecuencias por causa de la ansiedad.
• Siendo niños sentían mucho miedo que sus padres los dejaran de querer o no los quisieran.
• Entre los 8 y los 12 años de edad, preferían realizar algunas actividades bien identificadas en compañía de alguna persona de su predilección.
• En la adolescencia se esforzaban por tomar el control de las actividades que realizaban con compañeros y amigos.
• En esta etapa de sus vidas, las consecuencias de la ansiedad ya eran graves, cómo intolerancia a casi todo, pérdida del sueño, ideas y pensamientos continuos y desordenados que no les permitían concentrarse o prestar atención, miedos irracionales, entre otras conductas inadecuadas.
• El apego que desarrollaron con amigos, en muchos casos los confundió sexualmente y en otros hizo que se definieran homosexuales.
• La terrible sensación de intranquilidad y angustia en apariencia desaparecía cuando iniciaron su primera relación formal de noviazgo, que los obligaba a buscar con mayor frecuencia estar con su pareja.
• El apego los convirtió en personas inseguras, celosas y terriblemente controladoras con sus parejas y amigos.
• Cuando no se encontraban con sus parejas y amigos, o no sabían que estaban haciendo, la sensación de ansiedad era terriblemente fuerte, acompañada de un dolor intangible tan poderoso, que muchos llegaron a pensar en el suicidio para terminar con la torturante molestia.
• Cuando la relación de noviazgo se terminaba, sentían morirse y se deprimían terriblemente.
• Cada relación de pareja nueva, inicialmente los hacía sentirse muy bien, pero se dedicaban a tener ideas y pensamientos con resultados anticipantes, que al no llevarse a cabo los frustraba, causándoles actitudes intolerantes con su pareja, de las que después se arrepentían.
• En algunas mujeres se desarrolló apego a alguno de sus hijos.
• En muchos casos, el apego “negativo” fue sustituido por el alcoholismo y la drogadicción.
De acuerdo a lo anterior podemos afirmar que la ansiedad también causa apego por aquellas personas que en determinado momento se llega a creer que son la solución al terrible malestar que provoca.